
Lc 2:49 RV1960 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
El primer principio que nos enseña Jesús es poner a su Padre Celestial en primer lugar. Jesús a la edad de doce años muestra una comprensión única de lo que es la voluntad del Padre y se queda en Jerusalén para obedecer, aunque esto enoja a sus padres terrenales por no entender lo que sucede.
Poner a Dios como prioridad no siempre será comprendido por los demás, pero si estamos seguros hay que proceder manos a la obra. Cuando Dios ve nuestra buena disposición nos bendecirá para seguir adelante en todo lo que nos corresponda hacer.
La prioridad de Dios ante todo tiene muchas ventajas y bendiciones: Es un repelente contra muchas ocupaciones que no son provechosas, es una muestra de fe que complace a nuestro Dios y que trae galardones, es la base de
todo buen vivir y la roca de de toda buena edificación.
Un verdadero creyente no comienza ni termina el día sin tener comunión con él, busca el beneplácito de Dios en todo lo que hace y todos sus planes futuros son «Si Dios quiere».
Atte. Pastor Campusano.